lunes, 14 de enero de 2008

LA GLOBALIZACION Y SUS EFECTOS


La multipolarización en las relaciones internacionales, está desplegando un proceso político, económico, financiero, industrial, científico, tecnológico y cultural, etc., a través del cual se están definiendo las correlaciones de fuerzas que dominarán el presente siglo XXI.
Desde una perspectiva sociopolítica y económica, la mundialización es un proceso de reestructuración planetaria de la sociedad, en lo político, económico y cultural del mundo, y, consecuentemente, el reacomodamiento dentro de ella de las diversas sociedades nacionales.
En síntesis el proceso de globalización y transnacionalización del proceso de producción, financiamiento y comercialización, está permitiendo la conformación de un mercado global. Un sistema de mercado del que no se puede prescindir ni marginarse.
Pero la inserción de los países en este proceso de globalización, se ha efectuado en forma desigual o asimétrica, lo que ha provocado que se hayan acentuado las condiciones de desequilibrio entre las naciones. Las diferencias entre países desarrollados y subdesarrollados, sus desigualdades en los recursos que poseen, en el manejo de la información, determina que los efectos de la globalización no llega a los países ni a los estratos sociales por igual. No hay dudas que la globalización ofrece oportunidades, pero también presenta amenazas, haciendo más vulnerables a los países en vías de desarrollo, los cuales no determinan los precios de compra de sus insumos ni los precios de venta de sus productos, debiendo ajustarse a las condiciones del mercado global determinado por las naciones dominantes, lo que provoca muchas veces conmociones en relación con los precios externos o importantes desplazamiento desestabilizadores de los flujos de capital. En efecto uno de los aspectos más notables del fortalecimiento de la economía global, es la mobilidad del capital mundial. En este mercado financiero global, diariamente se transfieren enormes sumas de dinero a través de las fronteras nacionales, indiferentes, la mayoría de las veces, a las necesidades de apoyo financiero de actividades productivas, sino que atraídos por la tasa de interés, la liberalidad de los mercados financieros y de los "paraísos del dinero".
Es evidente que la creciente interdependencia y mundialización característicos del proceso de globalización, se ha venido efectuando en un marco de desigualdades y bajo relaciones de poder claramente asimétricas. El aumento de la interdependencia, ha significado para algunos países la acentuación de la dependencia, y, para otros, mayores cuotas de dominación.
Hace unos pocos años que terminamos un siglo en el que hemos presenciado un espectacular y asombroso desarrollo científico y tecnológico, de progreso material y de riqueza. No obstante, las diferencias entre ricos y pobres se ha incrementado y los niveles y condiciones de vida de algunos pueblos del mundo, conmueven por su grado de pobreza y miseria
Por otra parte, la globalización está provocando impactos culturales en los distintos países. Sin duda que la expansión de las comunicaciones, la televisión por cable, internet, el uso de satélites, el fax, el correo electrónico, etc. está permitiendo que las personas tengan acceso a los sucesos que ocurren en otras latitudes, produciéndose cambios en las expresiones culturales propias de cada país. Las nuevas tecnologías, los programas informáticos, la música rock, la coca-cola, los jeans, las tiendas Mac-Donald, representan en su extensión por todo el mundo, ejemplos incuestionables de mundialización, y de una cultura que representa el “estilo de vida norteamericano”. Nuestros jóvenes chilenos no han estado ajenos a las influencias de la moda “punk”, de los movimientos “neonazis”, las “sectas satánicas”, las pandillas juveniles, etc. Asimismo, el desarrollo de las comunicaciones ha permitido tener acceso a información sobre bienes de mejor calidad que se ofrecen en este mercado global, lo que se traduce en un deseo de las personas por poseer dichos bienes, produciéndose un consumismo absurdo y a una carrera por poseer más, provocando en consecuencia un endeudamiento generalizado.
Frente a este panorama cabe preguntarse ¿en que medida los nuevos escenarios mundiales, político, económicos y culturales, nos son favorables? ¿Cuales son la reales y efectivas posibilidades para insertarnos en estas nuevas relaciones de poder mundial?
El panorama descrito nos obliga a replantearnos en forma crítica cual debiera ser nuestra forma de inserción y participación como país, en los procesos de globalización, de integración y de regionalización que presente las mejores ventajas y oportunidades para nuestras necesidades.